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Droga medicamentosa legal con una poderosa dependencia. Necesita de una supervisión médica continua y ayuda terapéutica para dejarlas.
El consumo de Benzodiacepinas provoca una dependencia psicológica y física muy notables en el tiempo, que tras su abandono producen un síndrome de abstinencia intenso según las dosis y abuso que se hayan hecho de ellas, y el uso prolongado de las mismas.
Cuando no se tienen, los efectos son igual que una recaída de cualquier otra droga, volviendo al estado ansioso original que llevaron al adicto a tomarlas y depender de ellas.
Tanto su mal uso como desuso llevan aparejados los síntomas que no desea el adicto:
Conducta agresiva, nerviosismo, depresión respiratoria, disminución de habilidades psicomotoras, confusión, debilidad, malestar estomacal, confusión, depresión.
Producen mucha dependencia.
Requieren de supervisión médica para ir eliminándolas del organismo. Para la retirada de la dependencia psicológica requieren terapias.
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