QUERER NO ES PODER

QUERER NO ES PODER.

No todas las adicciones son iguales. Las adicciones a sustancias químicas, por ejemplo, alteran el funcionamiento neuronal del cerebro, otras adicciones son comportamentales.

Ambas tienen muchos puntos en común: todas alteran el comportamiento del adicto, haciendo compulsiva la conducta.

Las personas no adictas piensan que lo que hace falta para salir de una adicción es fuerza de voluntad. Nada mas alejado de la realidad y la verdad. De hecho, lo que impide al adicto a recuperarse, es que no tiene fuerza de voluntad, ya que tiene afectado el lóbulo central del cerebro que le impide tener dicha voluntad.

En la recuperación hay que “sustituir la voluntad por la inteligencia” y escuchar, para tener la humildad de aceptar lo que eres,  (adicto) , y aceptar lo que el terapeuta te va marcando en el tratamiento de rehabilitación de la adicción para cambiar.

Se puede tener voluntad una semana, un mes…pero en cuando algo en la vida se tuerza volverá ha encontrarse en la misma situación  de antes de dejar la sustancia o conducta, o como en otros casos,  sustituir una droga por otra, (todos tenemos una droga estrella).

La voluntad no es suficiente porque surge del propio modo de pensar que causa la adicción: la creencia de que hay una solución rápida para ello y así ejercer el control para evitar el dolor y el malestar que produce abandonar la droga.

Al adicto le resulta difícil aceptar.

La buena noticia es que la rehabilitación es realmente posible, una vez que adicto decida renunciar a la solución adictiva.

Todo el camino de la recuperación no radica en el autocontrol, sino en la auto aceptación. Solo cuando uno se acepte con su enfermedad , la adicción, dejará de controlar su apariencia y advertir con claridad el efecto destructivo de la droga y de su no rápido arreglo, y así  admitir honestamente que no le esta dando resultado. Siempre acabara con los mismos efectos devastadores. Es ahí donde empieza la recuperación, y emprenderá un camino de cambios en su vida que no podría ni imaginar (en concepto positivo). Abandonar la droga a la que es adicto, no significa que tenga que resignarse a la tristeza de las restricciones y el aburrimiento.

Todo lo contrario. La recuperación se centra en llegar a conocer y sentir el bienestar interior, lo que conlleva la auto aceptación.

Significa enfrentarse a los problemas con confianza sabiendo que puedes encararlos responsablemente, siendo hábil y creativo. Todo se va aprendiendo en el proceso de recuperación. Implica encontrar una gratificación real en la vida: la sensación de pertenencia y alegría. Con el tiempo la recuperación te ofrecerá más placer del que jamás hayas podido experimentar con la droga a la que eras adicto.

Tendrás cierta añoranza durante el proceso: ha sido muchos años tu compañera de batallas. Desprenderse de esas ilusiones (crees que un día podrás controlar) durante la recuperación es como desprenderse de uno mismo.

Pero cuando la extrañes, piensa (saca la foto mental del consumo y sus consecuencias, la peor de todas, la peores que puedas) y piensa a donde te estaba conduciendo.

TIRA DEL HILO. De modo que te permita entusiasmarte y avanzar con esperanza. Es una gran aventura a emprender.Únete a ella.

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