La adicción patológica y compulsiva de los juegos de azar o Ludopatía, es el deseo Irrefrenable de seguir apostando a pesar de seguir perdiendo y las consecuencias devastadoras que producen en su vida personal, familiar y laboral. Jugar es estar dispuesto a arriesgar a perder todo aquello que valorabas con la esperanza de recibir algo que cree el adicto que tiene más valor.
Las apuestas estimulan el sistema cerebral de recompensa inmediata al igual que las drogas y el alcohol conduciendo inevitablemente a su adicción.
La ludopatía es un trastorno grave que destruye la vida del adicto y sus familias, arruinándoles. Viven preocupados solo por y cuando apostar. Sienten cada vez más necesidad de jugar sumas de dinero cada vez mayores para sentir la misma emoción.
Intentan controlar o reducir las cantidades económicas que juegan, pero siempre sin lograrlo, lo que los lleva ha estar inquietos, irritables y nerviosos.
Y vuelven a apostar para quitarse dichos sentimientos y escapar de los problemas que les genera: desesperanza, ansiedad, culpabilidad, hasta terminar en depresión.
Intentan una y otra vez recuperar el dinero perdido, mintiendo a la familia, negando la magnitud del problema y las grandes sumas de dinero perdido, incluso llegando a robar.
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